Entramos sólo a tomar un café, después de comer en otro sitio. El lugar es bonito, agradable, y los camareros súper majos. Tardaron un poco en servirlo, pero el café era bueno, los vasos con el hielo grandes y bonitos, y venía con una mini-magdalena que estaba rica (aunque ultraprocesada). Si volvemos por Burgos repetiremos, esta vez a tomar una copa.

Un lugar único en Burgos. Comida espectacular, trato inmejorable y cócteles de 10!!

El lugar encantador, la atención de primera y la comida deliciosa, las patatas bravas y las alitas muy recomendadas, definitivamente volveré.

Lo descubrimos por casualidad y entramos a tomar un cóctel. Nos encontramos un local muy acogedor, agradable, el personal fantástico, el barman que hace los coctails nos dejó impresionados. Sin duda visita obligada en la noche de Burgos.

Después de dar una vuelta por la plaza buscando un sitio para cenar, nos encontramos con Paquita Marivi, la amabilidad de sus empleados nos invitó a probar el restaurante y nos encantó. Pedimos la ensalada Piamonte, arroz con leche y dos copas de vino y tanto la calidad como la cantidad fue muy buena. El precio también nos pareció acorde con el servicio. Pero sobre todo subrayar lo agradables que nos parecieron sus camareros 🙂

Un sitio excepcional 👍

Atención y servicio muy cuidado. Sitio agradable bien decorado, amplia carta de cokctería. Recomendable 100%.Local muy versátil puedes picar algo, cenar, tomarte una copa.

Magnífico lugar, cócteles habituales y creaciones propias. Nos pusieron un coctel en el que olvidaron un ingrediente y sin detectarlo nosotros vinieron a cambiarnoslo. Detallazo de querer hacer las cosas bien si o si. Un 10.

Burgos necesitaba un sitio como éste. Con una decoración que tienes la sensación de estar en una gran ciudad como Madrid, Barcelona o Berlín. La comida esta riquísima, original y sabrosa. Su carta de cócteles es una locura: el Adelita y el Negroni, espectaculares. La Hamburgalesa es de lo mejores platos que hemos probado en mucho tiempo.